miércoles, 1 de abril de 2009
Amigo Daniel, te cuento que...
He aprendido a tomar con humor el sinsabor que de por vida respecto de mi salud me ha tocado vivir, es decir, que esa medicina tan eficaz y gratuita me ha ayudado más que los químicos en aquellos momentos en que toda mi autoestima se derrumbaba dejando lugar al sentimiento innato al que todos tememos: el ridículo. Así nació esta respuesta a una situación equivoca de mi parte a propósito de un ensayo general de una comedia en la que era el responsable de la iluminación y el sonido. Justo en el remate de una situación desopilante equivoqué la pista de audio que debía poner y que resolvía aquella circunstancia muy graciosa. Entonces todos mis compañeros giraron hacia el sector en que operaba los equipos con algo de reproche en la mirada. Fue así que se me ocurrió con un grito espontáneo responder: Tengo reuma! De allí en más mis compañeros soltaron la carcajada y adoptaron esa salida para excusarse de una equivocación.
Cuando era chico la supremacía de la “comunicación” nos llegaba a través de la radio. Junto a mis viejos escuchábamos una radio-novela que encabezaba AUDÓN LÓPEZ “El negro Faustino”
La vieja Sociedad Española de San Miguel fue quien prestó el escenario trascendental en el que la impronta se fijó definitivamente en mi gusto por el teatro. La novela trataba sobre un gaucho inocente perseguido por la “polecía” En el escenario los actores decían que ya caía la tarde y la noche favorecería la huida de Juan Cuello (el gaucho) El relator leía su texto creando una fuerte tensión en el público: “Y al final de la oración… cayó la noche” entonces, en el escenario que simulaba ser de día, se volvió noche repentinamente. El corazón me latió con fuerza y una pregunta comenzó a rondarme en la cabeza: Cómo lo hicieron. Unos años más tarde supe cómo del día se pasa a la noche mágicamente. Ese fue un instante sorprendente que afianzó parte de mi camino hasta el día de hoy. Yo quería ser parte de esa magia por siempre.
Por eso le dedico la creación de este blog a un amigo del alma que posibilitó que yo creyera en la fantasía de aquel niño lejano que se extasiaba mirando el rojo cortinado de los cines y la breve oscuridad que precede al mundo fantástico del espectáculo. Para vos entonces Daniel Capanna, mi amigo, que cómo dicen los actores: “Salió de gira”
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Dan acabas de conmoverme mucho y tanto como humanamente lo hizo Daniel que espero que su gira sea de las mejores, lo merece.
ResponderEliminarDan te deseo lo mejor! Tanto como a nuestro amigo Daniel.
Un gran abrazo.
···gordo y la puta que te pario....... como te extraño, nada se detiene, todo sigue igual, el universo entero, no se inmuta y sin embargo no pasa un solo momento desde que te fuiste, que no diga, esto se lo tengo que mostrar al gordo, esto si lo ve se muere...."dani, y de esto qué pensas porque yo no lo entiendo".... no lo entiendo, ya sé cómo es, sé cómo fue, sé cómo funciona, entiendo porqué, entiendo cómo y hasta cuando!! todo, te juro que lo entiendo todo, pero no estás.... y eso no lo entiendo, no lo acepto, no quiero no entender y que no estés para explicarmelo... siento que cada cosa que veo, o digo o siento no está del todo completo sin que estés para decirme... y mira negrito para es........
ResponderEliminarDaniel, nunca tuve la oportunidad de decirte cuanto aprendí de vos, no te creas que en literatura cuando eras nuestro profe, pero si cuando hacíamos teatro junto, con nuestro gran amigo Dan detrás del escenario. Sé que es en vano decir esto ahora que no estás, pero sé que lo sabías, por eso te doy las gracias, porque la calidad de persona que son, ustedes los dos Danieles, se tiene que agradecer.
ResponderEliminar19 de Abril de 2009